miércoles, 12 de noviembre de 2008

El Salvador tiene 20 años de retraso tecnológico en medicina


Existen 50 hospitales públicos y privados en todo el país, de los cuales solo destacan tres de la empresa privada con buenos equipos tecnológicos, y dos en la red gubernamental.

Hablar de electrocardiogramas, resonancias magnéticas, tomografías, ultrasonografías en cuarta dimensión, medicina nuclear, video laparoscopia, evidencian la necesidad médica de contar con aparatos tecnológicos que permitan mejores diagnósticos.

Pero, ¿cuenta la población salvadoreña con los aparatos para realizar los exámenes anteriores? ¿Qué tan costosos son los exámenes? Y la gran pregunta que la población podrían hacerse: ¿cómo está la relación entre la medicina y la tecnología actual?

Según el Dr. Otto Rosales, ginecólogo del Hospital pro Familia, en Santa Tecla, departamento de La Libertad, es necesario establecer una diferenciación entre los hospitales de la red pública, semi pública y privada del país, ya que estas tres ramas parecen estar en distintos niveles en cuanto a los equipos tecnológicos que utilizan.

“Solamente tres hospitales tienen el equipo para realizar tomografías y los tres aparatos están dañados, estos en el área pública. En el Hospital de Maternidad, donde se supone tiene que tratar todos los padecimientos de la mujer ni siquiera hacen mamografías, porque no tiene los aparatos, sino que las remiten a otros lados,” asegura el Dr. Rosales.

Recientes publicaciones señalan que el ministro de Salud, Guillermo Maza, ha utilizado parte del dinero de millonarios préstamos para el mejoramiento su despacho, y no para la reconstrucción y equipamiento de aparatos hospitalarios, según lo establecido en el proyecto Reconstrucción de Hospitales por Emergencia de los Terremotos y Extensión de los Servicios de Salud (RHESSA), para el cual fueron aprobados los préstamos.

El Ministerio de Salud se ha declarado incapaz de asumir los gastos que implica reparar las máquinas dañadas o comprar nuevos equipos, aún teniendo la aprobación de préstamos que lo permitirían.

Mientras que por el otro lado los hospitales privados cuentan con mejores equipos o alianzas con empresas que les brinden dichos servicios a precios que no todos los salvadoreños pueden costear. El mismo Ministro posee un negocio con su familia, Clínica Climosal, en Santa Tecla, donde hacen exámenes sobre todo a paciente remitidos de los hospitales públicos.

“No es lo mismo tener buena tecnología a que esta sea accesible para toda la población,” afirmó el Dr. Marvin Cáceres, especialista en Cuidados Paliativos del Hospital Divina Providencia, en San Salvador.

Por ejemplo, exámenes tales como prueba de esfuerzo que tiene un costo promedio de $350, tomografías axiales (TAC) con un valor de $80, mamografía $55. En el caso de los hospitales, en general, hay una marcada separación entre los pacientes que pueden pagar por exámenes y tratamiento para sus enfermedades, es decir que utilizan servicios privados y los que esperan años para un examen o cirugía, es decir los que hacen uso de servicios públicos.

El Hospital de Diagnóstico, San Salvador, es uno de los más avanzados en equipo tecnológico a su disposición, además cuenta con alianzas con la Clínica Murray Saca, San Salvador, y con imágenes diagnósticas Brito Mejía Peña (BMP), ubicada en la Colonia Médica, San Salvador. Esta última con el único equipo a nivel centroamericano de resonancia magnética de cuerpo completo, atendiendo pacientes de Nicaragua, Honduras y Guatemala; “teniendo una mayor afluencia de personas de Belice, y personas que radican en el extranjero y que vienen al país a realizarse este tipo de exámenes”, expuso la Licda. Elizabeth Mojina, gerente de Promociones BMP .

Estos exámenes tienen un costo de 450 dólares por cada región del cuerpo (cabeza, pecho, abdomen, piernas), lo cual significa que una resonancia de cuerpo completo asciende a los 1,500 dólares. “Algunos hospitales privados tienen equipos muy buenos, entre ellos está el Hospital de Diagnóstico, y el Hospital de la Mujer, sin embargo a comparación de otros países de América, estamos mal tecnológicamente hablando,” afirmó con seguridad el Dr. Rosales. “Aun con los avances que tenemos el país está por lo menos unos 20 años atrás en tecnología médica”.

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